En un momento en el que el Mar Menor sigue reclamando atención y cuidado, la Fundación Marcelino Oliver ha elegido celebrar su 10.º aniversario con un gesto que aspira a trascender el simbolismo: presentar un maillot ciclista elaborado con biomasa de algas recogidas en el entorno de la laguna. Una pieza que nace de la unión entre sostenibilidad, innovación textil y una profunda conciencia ambiental, y que convierte una década de compromiso en una llamada renovada a la responsabilidad colectiva.
La fundación ha decidido mirar directamente a uno de los desafíos más complejos del litoral mediterráneo: la expansión de Rugulopteryx okamurae, un alga invasora que ha alterado gravemente los ecosistemas del sureste peninsular, incluida la costa murciana, y cuya presencia se ha dejado sentir en actividades tan sensibles como la pesca y el turismo. Transformar esa presión ecológica en un recurso útil no elimina el problema, pero sí abre un camino: demuestra que la creatividad puede convertirse en una herramienta para comprender y afrontar la crisis ambiental.
El maillot, presentado bajo el lema «Del agua a la vida protege el Mar Menor, protege nuestro futuro.», recuerda que la salud de la laguna es condición indispensable para el bienestar de todo su entorno. La prenda incorpora materiales luminiscentes visibles en la oscuridad y ha sido confeccionada mediante procesos que reducen de forma notable el consumo de agua respecto a la producción textil convencional. Cada detalle busca insistir en una idea esencial: repensar lo cotidiano es parte de la solución.
Para la Fundación Marcelino Oliver, este aniversario no pretende ser una celebración autocomplaciente, sino un punto de inflexión. Una ocasión para invitar a instituciones, ciudadanía y empresas a mirar el Mar Menor con la urgencia que merece y a impulsar iniciativas que conviertan los retos ambientales en oportunidades reales de cambio.
El maillot del décimo aniversario no resuelve por sí solo los problemas de la laguna, pero sí aporta algo valioso: un relato de esperanza fundamentado en la acción. Un recordatorio de que proteger el Mar Menor no es solo una tarea técnica, sino un compromiso intergeneracional que continúa escribiéndose día a día.